miércoles, 5 de enero de 2011
Hay algunos a los que no les va el transporte público, que no les gusta viajar en autobús. Bien una cosa a su favor es que te quita mucho tiempo. ¡Válgame! algunos piensan al contrario, que deja tiempo libre, tiempo para pensar, para idear o para cualquier otro menester como por ejemplo escribir. Escribir como por ejemplo sobre lo que se piensa. Pensar, por ejemplo en lo que ves. Fijarte en lo que está pasando, como, y digo por ejemplo, en los relucientes y típicos bares españoles. ¿Que nueva manía en la limpieza han rescatado del pasado empleados o camareros?, ¿Es solo mi impresión o la ciencia avanza que da gusto?. No lo se, pero algo si que parece haberme quedado claro y no por exceso de información, si no porque yo soy muy observador, los bares, esos pequeños ecosistemas, están más transparentes que nunca.

Hace escasos días entró en vigor una nueva ley en España, una ley que llaman todos “antitabaco” debido al propósito de la misma. El nombre no deja mucho a la imaginación y en efecto y como piensan, se pretende eliminar paulatinamente el tabaco de las zonas comunes. No soy ducho en leyes, ni en nada relacionado, pero me veo en la obligación de revelarme ante la sarta de estupideces que no paro de escuchar o leer y es que la gente parece no querer entender, trata de justificar un hecho injustificable y perdón por la redundancia, pero es que no es justo.
Una de las leyes básicas de la naturaleza es que todo tiende al caos, cosa que parece hasta agradarle a algunos y es que no veo a nadie fumando en zapaterías o en tiendas de juguetes, ni quejándose por ello, solo veo gente gallarda fumando en zonas donde se sirven alimentos o bebidas y encima tienen el valor de reprochar y de replicar que tienen derecho, que les estamos quitando su libertad y que ellos pueden hacer lo que quieran con su cuerpo en un país como lo es este, libre. ¿Hacer lo que quieran? ¿Acaso hemos vuelto al relativismo? Ahora todo vale ¿no? Claro si yo lo veo bien, ¿quien va a ser el guapo que me diga lo contrario?. En la sociedad en la que estamos, se inculcan ese valor, el de que los fumadores son las víctimas y para colmo a nosotros, tratan de hacernos sentir mal, porque nos empeñamos en quitarles el cigarrito de después del café y soy demasiado benevolente diciendo después del café, porque algunos ni siquiera esperan, con el pollo aun en la boca son capaces de fumarse ese cigarro. Es que como decía, parece que les guste el caos y todo esto teniendo en cuenta que los malos de la película somos los no fumadores, porque ¿a que santos venimos ahora revelándonos? ¿una ley para defendernos? ¿no estábamos perfectamente, callados y tragándonos el humo? Pues no, se ve que nos gusta armar jaleo, que nos gusta incordiar y fastidiar al prójimo fumador, a ese porcentaje de la población que no parece importarle la salud de los demás (ni siquiera la de sus hijos, ojo al dato). Ellos están al margen, no parece importarles nadie más que ellos mismos y esto lo demuestran día tras día, cuando encienden su cigarro en un lugar cerrado sabiendo, por que si señores, son conscientes, de que otra persona que libremente ha decidido no envenenar su cuerpo, va a tragarse el humo que ellos producen. Es que es de risa, entérense no quiero fumar! Gracias. Y esa es la libertad que importa, porque yo no molesto a nadie con mi no-hábito, pero usted si que molesta con su hábito y aun tiene narices de indignarse.
Que gran escudo les hace el gobierno, que grato favor les proporciona al darles ese vano argumento de que es legal, que dolor y que punzada cuando se agarran con los dientes amarillos a esa triste escapatoria. Quieren justificarlo y convencernos diciendo que como el gobierno saca tajada de ellos, tienen ese derecho a reclamar, se sienten poderosos por aportar un dinero que los no fumadores no aportamos a las arcas y bien sabemos que el poder crea falsa impresión de importancia y es esa importancia la que nos hace amedrentarnos frente a ellos, la que hace que pidamos con cara de lástima incluso pidiendo por favor, si son tan amables de no echarles el humo a la cara de mi hija en un parque público o en una antigua zona de no fumadores en los restaurantes.
Dejar que la elección de fumar o no, sea una elección y no una imposición.
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- Estudiante de biología en la Universidad de Alicante, aunque valenciano de nacimiento. Cofundador de la iniciativa Grubial.
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4 comentarios:
Buena entrada Marma, a ver cuando nos fumamos unos porrillos y así te iluminas un poco más jaja
Atte: el pollo fumao!!
De acuerdo en casi todo. Soy fumador y si los dientes con el tiempo amarillean.Pero una cosa si me gustaria decir y no es justificar mi vicio porque un vicio no es jusificable.No tengo nada contra los no fumadores es más he sido no fumador mucho y me molestaba muchísimo el humo.Una no fumadora que resulta que fue elegida ministra de sanidad propuso una ley, se aprovó y aqui andamos cumpliendola pero los fumadores podriamos tener un espacio para nosotros como algunos establecimientos de hostelería se esforzaron en habilitar.¿Quién les devuelve ese dinero que tuvieron que invertir hace tan solo unos años cuando se estableción una ley que cumplieron como buenos ciudadanos de la manera más dolorosa en estos tiempos, invirtiendo un dinero que muchos les costó mucho invertir?. Por otra parte y hablo por muchos fumadores que no somos bestias pardas en los sitios en que se permitía fumar, yo preguntaba siempre que habia no fumadores cerca de mi si le molestaba que fumara y curiosamente casi siempre obtenía una respuesta tolerante o indiferente. Estos son los mismos que ahora denuncian a sus vecinos e incluso amigos. Yo no lo entiendo. Me gusta al menos intentar ponerme en la piel de todo el mundo y en el caso de los no fumadores creo que lo consigo. No tienen porque respirar nuestro humo, ni el de los coches, ni tienen que perder el sueño porque un vecino (todos hemos sido ese vecino)hace ruido innecesario, ni tiene porque soportar que una minoría imponga su voluntad... pero hay formas de hacerlo y límites que a mi juicio se están pasando por alto. Soy fumador, como tal soy autodestructivo y por desgracia aunque lo he intentado aún no he conseguido dejarlo porque me falta fuerza de voluntad y no lo niego ni defiendo algo que es absurdo defender, soy un enfermo y la culpa es solo mia. Solo defiendo el diálogo, el entendimiento sin imposiciones. Todos los no fumadores que ahora estais contetísimos con esta imposición os quejaréis cuando a vosotros os impongan algo que se os torna injusto, asi que vamos a ser un poquito tolerantes porque a todos nos tienen que tolerar ciertas cosas. Habéis ganado y lo habeis echo porque era justo pero tambien hay que saber ganar; no os ensañéis con los fumadores solo porque se quejen con mayor o menor acierto. Todos tenemos un mal día,mes, o año, todos podemos caer en algún vicio contraproducente para nosotros y para los demás,y todos debemos cumplir las leyes porque las leyes mpo eximen a nadie y si yo que me fumo un paquete al dia puedo cumplirlas, ¿por qué otro no? y despues de este peñazo que nadie va a tener los santísimos cojones de leer entero jejeje me despido.
Atenta y cariñosamente
Anónimo.
De acuerdo en casi todo. Soy fumador y si los dientes con el tiempo amarillean.Pero una cosa si me gustaria decir y no es justificar mi vicio porque un vicio no es jusificable.No tengo nada contra los no fumadores es más he sido no fumador mucho y me molestaba muchísimo el humo.Una no fumadora que resulta que fue elegida ministra de sanidad propuso una ley, se aprovó y aqui andamos cumpliendola pero los fumadores podriamos tener un espacio para nosotros como algunos establecimientos de hostelería se esforzaron en habilitar.¿Quién les devuelve ese dinero que tuvieron que invertir hace tan solo unos años cuando se estableción una ley que cumplieron como buenos ciudadanos de la manera más dolorosa en estos tiempos, invirtiendo un dinero que muchos les costó mucho invertir?. Por otra parte y hablo por muchos fumadores que no somos bestias pardas en los sitios en que se permitía fumar, yo preguntaba siempre que habia no fumadores cerca de mi si le molestaba que fumara y curiosamente casi siempre obtenía una respuesta tolerante o indiferente. Estos son los mismos que ahora denuncian a sus vecinos e incluso amigos. Yo no lo entiendo. Me gusta al menos intentar ponerme en la piel de todo el mundo y en el caso de los no fumadores creo que lo consigo.
Con esta entrada pretendía decir lo que sentía, porque pese a todo el único que sale perjudicado es el no fumador y es a él a quien hay que defender. Entiendo todas las posturas, pero a mi forma de ver son irrelevantes cuando se trata de la salud y más de aquellos que deciden no fumar.
En tu favor diré dos cosas. La primera lo mal que a mi parecer lo está haciendo este gobierno, me refiero al dinero invertido por los empresarios. Y la segunda es que realmente entiendo que es algo superior a vosotros, porque es una adicción y como todas es muy dificil de superar.
Muchas gracias por poner tu opión tan tolerante y tran rica en contenido.
Un abrazo.
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