domingo, 21 de agosto de 2011
Es tiempo de arroz
21:14 |
Publicado por
Marmaneu |
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Son estos los días
típicos de verano. Horas centrales impertinentes que impasibles
gozan al ver caer el sudor por la piel. Madrugar para buscar a los
que azada en mano, sienten el sol como una columna sobre su ser.
Ráfagas de viento que recuerdan que a ciertas horas, el mundo es más
humano, aunque como contradicción, esté más plagado de otra vida
que nunca. Sin duda el motivo de un estudiante de biología en
verano, que acorta sus horas de sueño y aparta el placer del catre,
está lejos del aumento de síntesis de melatonina. Breves y
volátiles encuentros sobre las vastas llanuras inundadas que son los
coloridos arrozales valen y mucho la pena.
Imagen de los
arrozales de Cullera, límite sur del parque natural de la albufera.
|
Abunda por defecto lo que
antiguamente fue exceso, el revoloteo de los odonatos que juegan con
mi cámara al posado intermitente. Este orden de insectos (Orden
Odonata) comprende los conocidos como caballitos del diablo y
libélulas, que abundan en ciertas partes del sureste peninsular. El aspecto típico
de un adulto es bastante conocido por todos: abdomen alargado, en
muchos casos estrecho o aplanado, continuado por un tórax donde se
insertan 4 magníficas alas membranosas que permiten una pululación
casi perfecta y una cabeza por último, robusta y redondeada que normalmente suele ser más
ancha que el resto del cuerpo.
Es en ésta, la zona
anterior, donde los ojos compuestos nos permiten diferenciar a los
dos grandes grupos: Anisoptera y Zygoptera. En los primeros,
comúnmente llamados libélulas, los órganos visuales entran en
contacto directo, es decir, no existe un espacio entre los ojos, por
contra los caballitos del diablo, incluidos en el suborden Zygoptera,
si presentan una clara separación. Por si fuera poco, los zigópteros
a diferencia del resto de odonatos, alinean en descanso sus alas y su
abdomen, mientras las libélulas inclinan hacia abajo y adelante sus
4 horizontalmente separadas alas.
En mi travesía arrocera
pude fotografiar, no en vano con suerte dispar, a tres especies
distintas, que con la posterior colaboración puede identificar. Se
trata pues de: Crocothemis erythraea, Sympetrum fonscolombii y Ischnura elegans.
Orden:
Odonata
Infraorden:
Anisoptera
Familia:
Libellulidae
Especie:
Crocothemis erythraea
(Brullé, 1832)
Crocothemis
erythraea
|
Gracias
a nuestra pequeña compañera de arriba podemos poner en práctica nuestras
recién aprendidas diferencias. Pese a la calidad de la imagen, con
los ojos en contacto y las alas inclinadas hacia abajo y adelante,
podemos adjudicarle el título de libélula. En esta especie en
concreto la identificación es muy sencilla debido a ese color rojo
tan intenso que adorna todo su cuerpo, incluidas las patas. Este
último aspecto hace posible la diferenciación con otras especies, en concreto del género Sympetrum.
Sympetrum sanguineum,
con la que guarda un más que razonable colorido (no tan intenso) y con la siguiente
invitada que apareció en escena Sympetrum fonscolombii, podría ser confundida, pero la coloración negra de las patas de estas dos últimas nos permite acertar en nuestra elección.
Orden:
Odonata
Infraorden:
Anisoptera
Familia:
Libellulidae
Especie:
Sympetrum fonscolombii (Selys,
1840)
Sympetrum
fonscolombii
|
Mismo
género pero diferente epíteto, pero a pesar de esto muchos autores
encuentran en S. fonscolombii
ciertas evidencias que indican no estar estrechamente relacionado con otras
especies del género Sympetrum
y por lo tanto tarde o temprano debería ser reclasificado. Similar a
C. erythraea,
el ya mencionado color de las patas, debería ser suficiente para su
identificación. Por la coloración rojiza entre tanto amarillo, el
ejemplar de la imagen es un macho, los cuales con su madurez van
adquiriendo el rojo como matiz secundario.
Orden:
Odonata
Suborden:
Zygoptera
Familia:
Coenagrionidae
Especie:
Ischnura elegans (Vander
Linden, 1820)
Ischnura
elegans
|
Nada
ya que ver en la apariencia, frágil y muy inquieto el caballito del
diablo, posa aparentemente tranquilo, mostrándonos su conjunción
ala-abdomen. Lo negativo referente a esta especie es que no es tan
fácil de identificar, puesto que presenta caracteres muy parecidos a otros caballitos
del diablo. Yo aun no tengo muy claras las diferencias pero el
abdomen negro acabado en una sola franja azul, creo es distintivo de
este animal.
Imagen
de la rueda de apareamiento de Ischnura elegans.
|
También
aprovecho esta especie para comentar algo sobre la cópula o rueda de
apareamiento, en la que macho y hembra adoptan la postura tan
particular que muestra la imagen. El macho “agarra” a la hembra
con el extremo de su abdomen por el cuello, mientras ella, aproxima
su abdomen a los órganos genitales de este para adquirir el
magnífico legado por el que tanto esfuerzo realizan.
Etiquetas:
Anisoptera,
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Biodiversidad,
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Viajes,
Zygoptera
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sábado, 6 de agosto de 2011
Hablemos de supuestos pingüinos
18:30 |
Publicado por
Marmaneu |
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Son unos cuantos, los
años que la señora evolución lleva dando tumbos por el planeta
azul. Son mil y una, las situaciones y trabas que la quisquillosa
dama ha planteado, como si de una carrera de obstáculos se tratara.
Siempre atenta y perspicaz, la evolución ha ido seleccionando con la
inestimada ayuda del Dios griego Cronos, a los ejemplares más
adaptados y que por tanto mejor solventaban esos óbices terrenales.
Pero la severa evolución no resulta tan implacable como parece
puesto que permite más de un camino para alcanzar el glorioso
colofón. La convergencia evolutiva es un fenómeno harto empleado
por infinitud de individuos, por el cual organismos que difieren en
su raíz, presentan unas características externas semejantes. Estos
por consiguiente presentan lo que en biología se conoce como
analogía, es decir, estructuras con una misma función pero de
diferente origen.
Ejemplo de órganos análogos en un vertebrado (mamífero) y un invertebrado (insecto). |
El detonante
de esta compleja similitud siempre es el mismo, presiones ambientales
de la índole que sea y que incitan al cambio para lograr un aumento
en la eficiencia y eficacia de la supervivencia. Los motivos y
razones son tantos como especies hay y por ello encontramos
convergencia evolutiva en todos los ambientes posibles, por ejemplo:
las aletas en tiburones y delfines, las alas en mariposas y
murciélagos o como en el caso de la imagen, las patas adaptadas para
la excavación de topos y grillos.
Pero los
casos de analogía no tienen porque ser tan extremos ni tan claros.
Dentro de un mismo linaje pueden darse estas mismas situaciones;
simplemente dos ramas de una familia que se separan evolutivamente,
si después una especie retorna a los caracteres ancestrales
obtenemos el mismo resultado. Este es el caso de las familias
spheniscidae y alcidae. Ambas son familias de aves cuyas especies
integrantes tienen como denominador común el mar, medio en el que
pasan la mayor parte de su vida y del que extraen su alimento (casi
en su totalidad, pescado). Con un aspecto físico más que parecido
entre algunas especies, las dos estirpes comprenden hábitos
semblantes pues tienen como costumbre el anidar en los acantilados
costeros o, dependiendo de su capacidad para alzar el vuelo o no,
playas, costas e incluso galerías subterráneas. La mayor diferencia
entre estos grupos de aves es su patrón de distribución, ya que las
primeras residen exclusivamente en el Hemisferio Sur, mientras que
las segundas dominan el Hemisferio Norte.
Clase: Aves
Familia: Alcidae
Especie:
Pinguinus impennis L.
(1758)
Dibujo de un Alca gigante, Pinguinus impennis |
Clase: Aves
Familia: Spheniscidae
Especie: Sphenicus magellanicus
L. (1781)
Fotografía de un pingüino de magallanes. |
Salvo el
mencionado aspecto físico, en teoría, si se profundiza en el
estudio de esos bellos animales, no debe haber ningún tipo confusión
a la hora de clasificarlos o nombrarlos, pero parece que aunque no se
los busque, los problemas suelen acabar apareciendo.
Antiguamente,
hallá por el s.XVIII, los mares noratlánticos estaban poblados por
un ave charadriiforme que alejada de todo batiburrillo vivía
cómodamente asentada en los enclaves costeros. Debido a su ingente
tamaño, impropio en sus parientes más cercanos, era incapaz de
volar, por lo que acabo acostumbrándose a la vida subacuática. Los
marineros británicos conocían a la actualmente extinta alca
gigante, con el nombre de penguin, palabro que procede del gaélico
penwyn (pen = cabeza y qwyn = blanca) que posteriormente, con la
aparición de la nomenclatura binomial daría pie a su nombre
científico, Pinguinus impennis.
Muy apreciada por su carne, pero sobretodo por sus huevos, sus
poblaciones comenzaban a ser más bien escasas, pero nada parecía
indicar el trágico devenir.
Vasco de Gama, retrato de Gregorio Lopes |
Por su parte
Vasco de Gama y sus tripulantes encontraron en sus viajes por las
regiones antárticas, un ave de andares torpes e inhabilitada también
en el arte el vuelo, motivo por el cual decidieron bautizarlas con el
apelativo de pájaros bobos. Años más tarde, con el apogeo de las
expediciones, navegantes ingleses observaron a estas nuevas aves y
quedaron sorprendidos de la extremada similitud con sus vecinos
norteños, además gobernaba los mismos nichos y tenían actitudes
muy parecidas, por lo que sin pensárselo dos veces, renombraron a
los pájaros bobos con el nombre de penguins.
El problema
vino cuando saturadas las barcas de los pescadores ingleses de alcas
gigantes, su población mermó hasta el punto de hacer desaparecer la
especie en el siglo XIX. Con esta indeseada, pero provocada extinción
el nombre de penguin o la variante castellana, pingüino, quedó a
entera disposición de las torpes aves del Hemisferio Sur, que
acogieron con resignación este nuevo cambio de nombre. Hoy en día
está más que extendido el popular nombre, ya que con él se designa
a las más de 16 especies de aves no voladoras de la familia
spheniscidae. No en vano, si nos amparamos en la historia, hemos de
saber que no es correcto llamar a los actuales pingüinos con ese
nombre, por ello la Real Academia de la lengua Española, RAE,
contempla la verdadera y primordial definición tanto de pingüino,
refiriéndose a la alca, como de pájaro bobo.
No hace
falta más que un poco de ganas y tiempo libre para que la historia y
la naturaleza acuda a ti. Los hechos están ahí y simplemente hay
que ir a buscarlos. La verdadera información no es por tanto la que
nos cuentan, si no la que es y depende del ímpetu aventurero de cada
uno, el descubrirla o no.
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- Marmaneu
- Alicante, Valencia, Spain
- Estudiante de biología en la Universidad de Alicante, aunque valenciano de nacimiento. Cofundador de la iniciativa Grubial.
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